REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA



JUZGADO TERCERO DE PRIMERA INSTANCIA EN LO CIVIL, MERCANTIL Y DEL TRÁNSITO DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO TÁCHIRA.

202° y 144°

PARTE DEMANDANTE:








APODERADO JUDICIAL DE LA PARTE DEMANDANTE:




PARTE DEMANDADA:













ABOGADO ASISTENTE DE LA PARTE DEMANDADA




EXPEDIENTE Nº



MOTIVO:
ELBA MARIA CONTRERAS CANCHICA, venezolana, mayor de edad, soltera, titular de la cédula de identidad N° V.-9.217.449, domiciliado en el punto denominado El Caimito vía San Antonio, vía principal, a lado de la panadería Los Faroles, sector Lagunillas, casa S/N, Municipio Libertad, Estado Táchira y civilmente hábil.


CARLOS ALBERTO CONTRERAS PASTRAN, venezolano, titular de la cédula de identidad N° V.-17.811.184, inscrito en el Inpreabogado bajo el Nº 178.025.


JACINTO JOSE QUIROZ CONTRERAS Y ADRIANA LISBETH QUIROZ CONTRERAS, venezolanos, mayores de edad, titulares de las Cédulas de Identidad Nrs. V.-16.233.472 y V.-16.421.545, respectivamente, ambos domiciliado en el punto denominado El Caimito vía San Antonio, vía principal, a lado de la panadería Los Faroles, sector Lagunillas, casa S/N, Municipio Libertad, Estado Táchira y civilmente hábiles.


María Lourdes Lemus Díaz, titular de la cedula de identidad N° V.-9.217.553 e inscrita en el Inpreabogado bajo el N° 184.140.


18952


RECONOCIMIENTO DE UNIÓN CONCUBINARIA


NARRATIVA


Se inicia la presente causa mediante demanda interpuesta por la ciudadana ELBA MARIA CONTRERAS CANCHICA, asistida de abogado, contra de los ciudadanos JACINTO JOSE QUIROZ CONTRERAS Y ADRIANA LISBETH QUIROZ CONTRERAS, por reconocimiento de unión concubinaria, en la cual alegó lo siguiente: Que en fecha 17 de agosto de 1982, inició una unión estable de hecho con el ciudadano JACINTO QUIROZ ANTELIZ, quien era venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de identidad N° V.-5.652.725, hasta la fecha de su fallecimiento el cual fue el 31 de julio del 2012. Que durante la vigencia del concubinato procrearon dos (02) hijos de nombres: JACINTO JOSE QUIROZ CONTRERAS Y ADRIANA LISBETH QUIROZ CONTRERAS. Que dicha unión concubinaria se mantuvo en forma ininterrumpida, pública y notoria entre familiares, relaciones sociales y vecinos, que así vivieron durante treinta años, en el sector el Caimito vía San Antonio, vía Principal, al lado de la panadería Los Faroles, sector Lagunillas, Municipio Libertad, Estado Táchira, donde constituyeron su hogar junto con sus dos hijos, por tales razones fundamentó su demanda en lo establecido en los artículos 77 y 767 ambos del Código Civil (F.1-15).
Consignó como pruebas los siguientes documentos:
- Copia simple de la cédula de identidad del de cujus Jacinto Quiroz Anteliz.
- Carta de residencia expedida por el Consejo Comunal “comunidad El Caimito”, Capacho, Municipio libertad del Estado Táchira.
- Copias certificadas de las actas de nacimiento Nros. 106 y 142 de los ciudadanos Jacinto José y Adriana Lisbeth Quiroz Contreras, expedidas por el Registro Civil del Municipio Libertad del Estado Táchira.
- Copia certificada del acta de defunción N° 892 perteneciente al de cujus Jacinto Quiroz Anteliz, expedida por el Registro Civil del Municipio San Cristóbal del Estado Táchira.
- Copia simple de las cédulas de identidad de los ciudadanos Elba María Contreras Canchica, Jacinto José y Adriana Lisbeth Quiroz Contreras.
Por auto de fecha 07 de diciembre de 2012, este Tribunal admitió la presente demanda, emplazando a los demandados para que compareciera por ante este Tribunal, dentro de los veinte días de despacho siguientes a que constará en autos la última citación, más un día que se le concedió como termino de la distancia; ordenándose la publicación de un edicto de conformidad con lo establecido en el ordinal 2° del artículo 507 del Código de Procedimiento Civil e instando a la parte actora a consignar las respectivas copias a los fines de elaborar la correspondiente compulsa de citación.
Mediante escrito de fecha 18 de diciembre de 2012, la parte actora asistido de abogado, solicitó la entrega del edicto ordenado en autos.
En fecha 17 de enero de 2013, la parte actora asistida de abogado consignó el edicto ordenado y en la misma fecha se agregó al expediente.
En fecha 17 de enero de 2013, la Juez Temporal Omaira Jiménez Arias, se aboco al conocimiento de la causa.
Mediante diligencia de fecha 21 de febrero de 2013, la parte actora ciudadana Elba María Contreras Canchica, otorgó poder apud-acta al abogado Carlos Alberto Contreras Pastran.
En diligencia de fecha 21 de febrero de 2013 los ciudadanos ADRIANA LISBETH QUIROZ CONTRERAS Y JACINTO JOSE QUIROZ CONTREREAS, en su carácter de demandados, asistidos de abogado, dieron contestación a la demanda, conviniendo en cada uno de los términos de la presente demanda, aceptando los términos plasmado y renunciando a los lapsos procesales que rigen la presente demanda. Y la parte actora aceptó lo planteado por la parte demandada.
MOTIVA
La presente acción de reconocimiento de unión concubinaria, tiene como pretensión de la parte actora, el reconocimiento por parte de los demandados, de una relación concubinaria desde el 17 de agosto del año 1982, hasta el 31 de julio del 2012.
Según el autor Arquímides González (El Concubinato. Editorial Buchivacoa. 2008), el concubinato es “ la unión monogámica entre un hombre y una mujer, sin impedimentos para celebrar matrimonio, cuya unión reviste caracteres de permanencia, responsabilidad, destinada a integrar una familia y en cuya unión se comprenden los deberes de cohabitación, socorro y respeto recíprocos, todo realizado dentro de la apariencia externa de una unión semejante a la del matrimonio “
Nuestra Constitución y la legislación tanto adjetiva como sustantiva y los criterios doctrinarios y jurisprudenciales establecidos por nuestro Máximo Tribunal, sobre el concubinato, han definido un marco teórico y legal, que permite, de manera clara y precisa, al administrador de justicia, determinar su configuración de dicha institución.
En primero lugar, el artículo 77 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, señala en su última aparte

“ …Las uniones estables de hecho entre un hombre y una mujer que cumplan los requisitos establecidos en la ley producirá los mismos efectos del matrimonio…”.

Por su parte el artículo 767 del Código Civil dispone:
“Se presume la comunidad, salvo prueba en contrario, en aquellos casos de unión no matrimonial, cuando la mujer, o el hombre, en su caso, demuestre que ha vivido permanentemente en tal estado aunque los bienes cuya comunidad se quiere establecer aparezcan a nombre de uno solo de ellos. tal presunción solo surte efectos legales entre ellos dos y entre sus respectivos herederos y también entre uno de ellos y los herederos del otro, lo dispuesto en este articulo no se aplica si uno de ellos esta casado.”

La Sala Constitucional de nuestro Máximo Tribunal en sentencia N° 1682 de fecha 15 de julio de 2005, dejó establecido que:
“…El concubinato es un concepto jurídico, contemplado en el artículo 767 del Código Civil, y tiene como característica –que emana del propio Código Civil- el que se trata de una unión no matrimonial (en el sentido de que no se han llenado las formalidades legales del matrimonio) entre un hombre y una mujer solteros, la cual está signada por la permanencia de la vida en común (la soltería viene a resultar un elemento decisivo en la calificación del concubinato, tal como se desprende del artículo 767 de Código Civil y 7, letra a) de la Ley del Seguro Social).
Se trata de una situación fáctica que requiere de declaración judicial y que la califica el juez, tomando en cuenta las condiciones de lo que debe entenderse por una vida en común.
Además de los derechos sobre los bienes comunes que nacen durante esa unión (artículo 767 eiusdem), el artículo 211 del Código Civil, entre otros, reconoce otros efectos jurídicos al concubinato, como sería la existencia de la presunción pater ist est para los hijos nacidos durante su vigencia
Dado lo expuesto, para la Sala es claro que actualmente el concubinato que puede ser declarado tal es aquel que reúne los requisitos del artículo 767 del Código Civil, y él viene a ser una de las formas de uniones estables contempladas en el artículo constitucional, ya que cumple los requisitos establecidos en la ley (Código Civil), para ser reconocido como tal unión. Por ahora –a los fines del citado artículo 77-el concubinato es por excelencia la unión estable allí señalada, y así se declara…”.
La Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia en la interpretación del artículo 77 de la Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela señala acerca de los presupuestos de procedencia de la presunción de unión concubinaria:
“Unión estable no significa, necesariamente bajo un mismo techo (aunque esto sea un símbolo de ella), si no de permanencia en una relación, caracterizada por actos que objetivamente, hacen presumir a las personas (terceros) que se esta ante una pareja, que actúan con apariencia de un matrimonio o, al menos, de una relación seria y compenetrada, lo que constituye la vida en común.
Para la sala, es que la unión estable en general produzca los mismos efectos que el matrimonio, no significa –se repite- que ella se convierte en matrimonio, si no que se le equipara; es decir en lo que sea posible.
Ahora, bien al equipararse el matrimonio, el genero “unión estable”, debe tener, al igual que este, un régimen patrimonial y conforme al articulo 767 del Código Civil, correspondiente al concubinato pero aplicable en la actualidad por analogía a las uniones estables de hecho, este es el de la comunidad de los bienes adquiridos durante el tiempo de existencia de la unión. Se trata de una comunidad de bienes que se rige, debido a la equiparación, que es posible en esta materia, por las normas del régimen patrimonial matrimonial”
La unión estable de hecho representa un concepto amplio que va a producir efectos jurídicos, independientemente de la contribución económica de cada uno de los unidos en el incremento o formación del patrimonio común o en el de unión de ellos siendo lo relevante para la determinación de la unión estable de hecho, la cohabitación o vida en común, con carácter de permanencia, y que la pareja sea soltera, formada por divorciada, divorciados y/o viudos entre si o con solteros, sin que existan impedimentos dirimentes que impidan el matrimonio.” (Sentencia N° 1682, de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia en fecha 15 de julio de 2005, expediente N° 04-3301, con ponencia del Magistrado Dr. Jesús Eduardo Cabrera Romero)

Conforme los criterios citados ut supra, para que se de por cierta la existencia de una “unión estable” y se reconozca a los sujetos que la configuran, por la conducta asumida en ejercicio de sus derechos y cumplimiento de sus obligaciones, resulta imprescindible la demostración de los hechos alegados por la parte accionante, frente a la resistencia que el demandado pudiera manifestar y sostener con el acervo probatorio idóneo para este fin, a menos que éste admitiera, de manera libre y voluntaria, como cierta la pretensión, siendo relevado del proceso, todo acto dirigido a probar los alegatos esgrimidos por las partes.

Así las cosas y por cuanto consta en autos, que los demandados convinieron en todas y cada una de sus partes en la presente demanda, reconociendo que entre la demandante y el de cujus ciudadano Jacinto Quiróz Anteliz, existió una unión concubinaria. Además se observa que ambas partes renunciaron a los lapsos procesales de promoción y evacuación de pruebas, así como al lapso de informes y de observaciones.
Ahora bien, por cuanto en materia relativa a bienes de la unión concubinaria, con la subsiguiente partición y adjudicación, quien aquí juzga, considera necesario traer a colación el criterio, que sobre este particular, dejó sentado la Sala de Casación Civil, según el cual:

Omisis… “… Por esa razón, es requisito sine qua non la declaración judicial definitivamente firme para poder incoar la demanda de partición de bienes pues esta constituye el documento fundamental que debe ser acompañado al libelo de demanda; además es el titulo que demuestra su existencia…”. (Sent. Nº 00175 del 13-03-2006)

En consecuencia, siendo procedente sentenciar la presentada causa, en lo que corresponde a materia de reconocimiento de la unión concubinaria incoada, se tiene como prueba suficiente la manifestación de los demandados, para dejar establecido que entre la ciudadana Elba María Contreras Canchica y el de cujus ciudadano Jacinto Quiróz Anteliz, si existió una unión concubinaria, la cual se inicio el 17 de agosto de 1982, hasta el día 31 de julio de 2012. Así se decide.
DISPOSITIVA

Por los fundamentos antes expuestos, este Juzgado Tercero de Primera Instancia en lo Civil Mercantil y del Transito de la Circunscripción Judicial del Estado Táchira, administrando Justicia en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la Ley decide:
PRIMERO: DECLARA CON LUGAR la demanda intentada por la ciudadana ELBA MARIA CONTRERAS CANCHICA, por reconocimiento de unión concubinaria, interpuesta en contra de los ciudadanos JACINTO JOSE QUIROZ CONTRERAS Y ADRIANA LISBETH QUIROZ CONTRERAS, quienes son hijos del de cujus Jacinto Quiróz Anteliz, identificados suficientemente en esta decisión. En consecuencia, queda establecido que entre ELBA MARIA CONTRERAS CANCHICA Y JACINTO QUIROZ ANTELIZ, existió una relación concubinaria, con todos los efectos legales, durante un lapso de tiempo que se inició el día diecisiete (17) de agosto de 1982, hasta el día treinta y uno (31) de julio de 2012.
SEGUNDO: Inscríbase esta sentencia en los Libros de Registro Civil, llevados por el Registro Civil del Municipio Libertad del Estado Táchira, una vez quede firme la presente decisión, para lo cual se acuerda expedir copia fotostática certificada, conforme a lo establecido en el artículo 119 de la Ley Orgánica de Registro Civil. Igualmente se ordena publicar en un Diario de los de mayor circulación en el Estado Táchira, un extracto de la presente sentencia, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 507 del Código Civil.
TERCERO: No hay condenatoria en costas por la naturaleza de la decisión.
Publíquese, regístrese y déjese copia certificada para el archivo del Tribunal.
Dada, sellada, firmada y refrendada, en la Sala de Despacho del Juzgado Tercero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del Estado Táchira, en San Cristóbal, al primer (01) día del mes de abril del año dos mil trece (2013). Años: 202º de la Independencia y 154º de la Federación.- El Juez, (Fdo) Pedro Alfonso Sánchez Rodríguez.- La Secretaria, (Fdo) María A. Marquina de Hernández.