JUZGADO CUARTO DE PRIMERA INSTANCIA EN LO CIVIL, MERCANTIL Y DEL TRÁNSITO DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO TÁCHIRA. San Cristóbal, dieciocho (18) de octubre de 2005.

De la lectura de las actas procesales se puede observar que la demanda fue admitida el 16 de febrero de 2000, tal como se evidencia del folio 188 del expediente, y si bien es cierto que en diligencia de fecha 17 de marzo de 2000, el abogado ANDRES ELADIO PERNIA, apoderado especial de la parte demandante en la presente causa, solicitó se notificara a todos y cada uno de los querellados en la presente causa, el mismo no insistió en promover tal notificación, ya que se desprende del expediente que no hay actuación posterior tendente al impulso procesal.
En castigo a la inactividad a cargo de las partes en el proceso, el legislador incluyó en el texto procesal el instituto de la perención de la instancia, señalando al efecto en el encabezamiento del artículo 267 lo siguiente:
“Toda instancia se extingue por el transcurso de un año sin haberse ejecutado ningún acto de procedimiento por las partes. La inactividad del Juez
después de vista la causa, no producirá la perención.”
Instancia que se genera sin lugar a dudas con la presentación del escrito de demanda, pues el actor expresa formalmente su voluntad de solicitar la ayuda concreta del Estado para conseguir coactivamente la realización de un determinado interés sustancial, es por ello que es a partir de ese momento cuando debe computarse el lapso de perención, hasta un instante anterior a aquél en el que el demandado comience a dar su contestación, la vida de la instancia depende de un todo de la voluntad del actor, lo que entonces significa que sí existe instancia en su sentido técnico procesal aun antes de que se trabe la litis.
Por lo tanto de la lectura de la norma anteriormente transcrita y teniendo claro cuando comienza la INSTANCIA, se puede observar que si transcurre un año sin acto alguno de procedimiento realizado por las partes, la consecuencia jurídica prevista por el legislador ante tal quietud o inercia es la de la perención de la instancia. Además la jurisprudencia nacional ha venido sosteniendo que la perención tiene su fundamento en la negligencia de las partes y en la presunción de que la inactividad de éstas, entraña una renuncia a continuar la instancia.
En el caso que nos ocupa se puede constatar que hasta el día de hoy ha transcurrido más de un (1) año sin que se haya realizado ningún acto para impulsar el procedimiento.
La perención se verifica de pleno derecho, no es renunciable por las partes y puede ser declarada de oficio, constituyendo un castigo para quienes proponen demandas y abandonan el interés que deben tener en el normal curso del proceso.
En tal virtud, este Juzgado Cuarto de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del Estado Táchira, administrando justicia en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la Ley, declara PERIMIDA LA INSTANCIA en el presente procedimiento judicial.
No hay condenatoria en costas de conformidad con lo dispuesto en el artículo 283 del Código de Procedimiento Civil. Archívese el presente expediente.
Notifíquese de la presente decisión.



Abg. Diana Beatriz Carrero Quintero
Juez Temporal
Abg. Iris Margiore Rojas Alarcón
Secretaria.
Exp. 2142